domingo, 4 de marzo de 2007

Mascaradas de Cantabria

El zamarrón no engaña:Ni el mal tiempo impidió que estos personajes 'asaltaran' en busca de limosna en Los Carabeos
J. L. S./ARROYAL. 20.8.2006. El Diario Montañes

Fieles a sí mismos y a su estrafalario atuendo, los zamarrones volvieron a sorprender, por cuarto año consecutivo, a los vecinos de Los Carabeos -capital del municipio campurriano de Valdeprado del Río-. En su mente, un único objetivo: conseguir limosna. Y aunque el tiempo quiso jugar una mala pasada y dar al traste con la tradición, estos curiosos personajes no dieron opción a los vecinos de los barrios de Arroyal, San Andrés y Barruelo. Por sus calles sus nada silenciosos movimientos llamaron la atención, un año más, de las gentes del lugar. Y es que sus saltos y el cimbreo de sus cuerpos eran del todo menos silenciosos. Algo nada extraño, con esos campanos que históricamente llevan ceñidos a su cintura.

Anónimos encubiertos

Por mucho que intentaran parecer sigilosos era imposible. Aún así, durante su 'acoso' a los transeúntes para exigirles limosna -«una perruca, una perruca», repetían- trataban de disimular su voz para que nadie descubriera las identidades de los seis zamarrones -dos por barrio-.

Cuando los estrafalarios seres pedigüeños -en su mayoría, jóvenes primerizos- volvieron a sus refugios, la fiesta continuó hasta bien entrada la madrugada. Para abrir boca -y nunca mejor dicho- se repartió una tortillada al público, que también pudo bailar al son de la orquesta Malasia.

Mascaradas de Cantabria:

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